Virginia García del Pino, documentando lo inenarrable

Virginia García Del Pino encontró el modo de sacar provecho de la metralla de imágenes melodramáticas que vomitan los media, y de la cultura del zapping que cuartea nuestra capacidad de razonar. En algunos de sus films, al introducir un desajuste entre imagen y palabra elude lecturas literales, subvierte los efectos catatónicos de la cultura visual introduciendo una poética sutilmente crítica con el status quo.

En otras ocasiones ahonda en situaciones vitales logrando derrocar las barreras que las personas suelen erigir ante una cámara. Logra que hablen con naturalidad sobre sí mismas, incluso cuando se trata de exteriorizar su estado emocional ante la proximidad de la muerte. En Espacio simétrico, dos personas van a hacer un viaje sin retorno:

Espacio simétrico